LAS ESCALERAS ROTAS QUE DEBEMOS REPARAR

Si de figurativos se trata a la hora de describir fenómenos sociales, culturales, y más particularmente laborales, en lo que respecta a la carrera administrativa y judicial dentro del sistema judicial, no podemos de dejar de analizar el fenómeno laboral que se da por las “escaleras rotas”.

Las escaleras se rompen en la vida o trayectoria laboral, es decir, se interrumpe el ascenso en un momento especial de la vida personal de las mujeres, y que coincide con el tiempo en que somos madres y se asumen de manera más intensa las tareas de cuidado, es decir, se le pone el cuerpo a la tareas y actividades de crianza que consumen tiempo y energías las cuales se le restan a la actividad o disponibilidad laboral.

Este fenómeno que ha sido descripto por la ONU Mujeres para explicar la brecha salarial existente entre hombres y mujeres, en la cual aparecen mujeres con educación secundaria y niveles intermedios de empoderamiento económico que padecen dificultades para conciliar el trabajo fuera de casa con el trabajo doméstico y tareas de cuidado de los hijos, no escapa de la realidad diaria del sistema judicial.

Sin duda, en el avance por la igualdad de tareas y derechos, los varones asumen también en muchos casos las tareas compartidas y se convierten en muy buenos ejemplos, pero estructuralmente continuamos con una realidad notablemente marcadas por el patrón cultural y los roles de género que no se puede negar.

La verticalidad de las carreras laborales, como la que se da en la justicia, indefectiblemente evidencia una secuencia de escalones en ascenso, en donde la competencia por llegar en el menor tiempo posible, genera en un momento la limitación en la elevación que coincide con los años de asumir tareas de cuidado luego de que las mujeres somos madres, y debemos en respeto de los derechos laborales y humanos gozar de mayor tiempo incluso de licencias.

En definitiva, para la construcción y evolución de derechos en igualdad, tenemos el desafío de construir rampas, reparar escaleras, crear montacargas o ascensores que faciliten concretamente, y con medidas de acción, junto con todos los actores del sistema, que impliquen una reducción del tramo destruido, es nada más ni menos que una evolución del derecho para los que trabajamos en la justicia.

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Categorizado como OPINION

Por Maria Paula Montequin

Secretaria Regional Adjunta UEJN Reg. 9

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